sábado, 25 de junio de 2011

Lo cambian de colores, según la ocasión

Juez Federal Norberto Oyarbide
Indudablemente, Norberto Oyarbide es uno de los jueces más reconocidos de la Argentina. Varias de las causas que está llevando a cabo el magistrado tienen una gran importancia en la vida política de nuestro país, por lo que sus decisiones son analizadas también desde ese punto. Está claro que los medios de comunicación no escapan a esta lógica y teniendo en cuenta los intereses de cada uno, es curioso como cambia el modo en que se analizan sus fallos según las consecuencias políticas que puedan traer.
Entre otras cuestiones, el juzgado a cargo de Oyarbide está investigando la presunta corrupción del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime; la causa de espionaje en la Ciudad de Buenos Aires; y desde hace pocos días, se le encargó el caso Schoklender, que tuvo una gran resonancia mediática en las últimas semanas. En cada causa, Oyarbide actuó de la siguiente forma:

-En el primer asunto, el magistrado ordenó el procesamiento de Jaime, funcionario de la gestión kirchnerista, que renunció a su cargo en 2009.
-En el caso de las escuchas ilegales, el juez procesó al jefe de Gobierno Mauricio Macri y al ministro de Educación Mariano Narodowski, que renunció a fines del 2009.
- El juzgado de Oyarbide está investigando al ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo Sergio Scholender por presunto enriquecimiento ilícito. Le prohibieron la salida del país y fueron allanadas las oficinas de Meldorek S.A., empresa que trabajaba en obras de la Fundación y que  le pertenece en un 90% al acusado.


En dos de las tres causas, se especula con que tuvieron o pueden tener efectos negativos en la imagen del Gobierno Nacional, en un caso por tratarse de un ex miembro de la gestión y en el otro por estar involucrada una organización como Madres de Plaza de Mayo, un actor fundamental en una de las banderas del kirchnerismo: la política de Derechos Humanos. La otra causa destacada perjudica al jefe de Gobierno porteño que pertenece a un espacio opositor al Gobierno Nacional.
En líneas generales, puede decirse que el juez trató de igual manera a ambos sectores políticos o al menos no le tembló el pulso a la hora de encausar tanto al oficialismo nacional como al porteño. Sin embargo, el magistrado fue tratado de diversas formas según los efectos políticos que podrían causar sus decisiones.

El trato de Clarín a Oyarbide y a las causas que encabeza.

Cuando procesaron a Jaime, Clarín tituló “Jaime, procesado por recibir dádivas de las empresas”. Ni la volanta, ni la bajada nombran quien es el juez que lleva adelante la causa. 
Si bien no es necesario que se diga quien decidió el procesamiento, es curioso cuando se compara este título con la forma en que se anunció el procesamiento de Macri. En ese caso, Clarín tituló “Procesaron a Macri, que salió a denunciar una maniobra”. En la bajada, aparece el nombre de Oyarbide. Si bien no parece muy contundente como prueba la aparición o no de Oyarbide, hay que tener en cuenta como fue titulada cada nota. En el primer caso se toma como algo indiscutible que el ex secretario de Transporte recibió dádivas de las empresas, y por ende se le da total credibilidad al fallo. En cambio, en el caso de escuchas ilegales, el título le da protagonismo a la opinión del jefe de Gobierno porteño. Esto último pone en duda la decisión del magistrado.
En otros casos, las diferencias son más notorias. Hay varios ejemplos en las causas de Jaime y de Schoklender, en que se toman a las decisiones de Oyarbide como decisiones de “la Justicia”(ver en ejemplos abajo). En cambio, cuando se trata de la causa de escuchas ilegales, no se utiliza la palabra Justicia, sino que se especifica quien es el juez. Evidentemente, usar una expresión o la otra produce efectos totalmente distintos. Hablar de Justicia es hablar de algo abstracto, que es mucho más difícil de cuestionar que un juez determinado, cuyas decisiones pueden estar mucho más influenciadas por diversos intereses. Sin embargo, en ambos casos se trata de fallos de la misma persona, que es Norberto Oyarbide.

Por último, no es menor destacar que en la causa de espionaje, la estrategia del PRO fue la de cuestionar al magistrado. El tratamiento que se observa en algunas tapas o notas de Clarín ayuda claramente al plan del macrismo. La cuestión pasa por determinar cuales eran los elementos que tenía el jefe de Gobierno para poner en duda el accionar de Oyarbide, y  por consiguiente, si tales fundamentos eran certeros y quedaba entonces justificada la importancia que le dio Clarín a la defensa de los procesados. El principal argumento del oficialismo porteño era que el juez era kirchnerista y se movía por intereses políticos. Sin embargo,  el caso de Jaime (anterior a la causa de espionaje) y el de Schoklender (posterior a la causa de espionaje) refutan las acusaciones de Macri. En consecuencia, parece incorrecto darle tanta trascendencia a los alegatos del PRO ya que los mismos eran bastante débiles.

Ejemplos del tratamiento:

Causa de espionaje:


 



Causa de Enriquecimiento ilícito de Jaime

 

Caso Schoklender:

Por Matías Polli

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